Caminos de la Memoria

Legutio en la Guerra Civil

En memoria de aquellas personas que sufrieron los acontecimientos de la Guerra Civil, de aquellas que participaron en la defensa de estos espacios y de las que buscaron en nuestro territorio un lugar donde proteger su vida y la de sus seres queridos.

La sublevación de 1936 puso a Legutio en el frente de Guerra. Los nacionales se hicieron con el control de nuestro municipio y las tropas leales a la república lo convirtieron en su objetivo pero, tras intensas luchas, finalmente no pudo ser recuperado.

Los Itinerarios de la Memoria permiten acercarnos mediante recorridos señalizados a aquellos acontecimientos y lugares de la Guerra Civil que, si bien perduran en la memoria de las personas que los vivieron, resultan, a menudo, desconocidos para las nuevas generaciones.

El Itinerario de la Memoria de Albertia parte del viejo cementerio de Legutio para acercarse a este estratégico monte, marcado por los enfrentamientos de la Guerra Civil. Entre las hayas del camino y las que cubren la cima, destacan las numerosas trincheras desde las que se defendió este monte.

Cuando el 31 de marzo de 1937 se inicia la Ofensiva General contra Bizkaia, el denominado “Triángulo rojo”, formado por las cimas Albertia, Jarindo y Maroto, fue el objetivo principal del bando sublevado en este frente. Los bombardeos sobre estas cimas fueron tan intensos que, según se recoge en los testimonios de la época, estos montes desaparecieron bajo el humo de los numerosos impactos que recibieron aquel día.

El Itinerario de la Memoria de Joseren baso parte de la zona utilizada como aparcamiento junto al pantano de Albina, a donde podemos acercarnos en coche o siguiendo el trazado del sendero GR 38.

Un bello camino entre hayas nos acerca hasta el fortín de Joseren baso, una de las estructuras defensivas que el bando del bando republicano mandó construir en el frente de Álava. Un conjunto fortificado formado por un nido de ametralladora con dos abrigos activos laterales, que esconden una curiosa rúbrica de un miliciano de Zeberio. Se alzó para el control de la vieja carretera entre Legutio y Otxandio, actualmente oculta bajo las aguas del embalse de Urrunaga, construido en 1957.

Durante la Batalla de Villarreal, el pinar de Txabolapea fue un enclave estratégico por el que combatieron ambos bandos y que se saldó con una terrible cantidad de bajas.

El Itinerario de la Memoria de Txabolapea parte de la iglesia de San Blas y por un cómodo paseo nos acerca hasta el pinar. En este recorrido podréis visitar los escenarios de aquella cruenta batalla y los lugares en los que en 2013 y 2017 fueron exhumados los restos de dos combatientes.

Hoy, el pinar conserva la huella de las trincheras construidas para la defensa de este monte, así como las marcas de las numerosas bombas que se lanzaron sobre él.